Zinc
El zinc es un mineral esencial para el sistema inmunitario. En la actualidad se conoce que la deficiencia de este mineral afecta a las células inmunitarias. Esto puede alterar la formación, activación y maduración de los glóbulos blancos, así como su comunicación intercelulara través de unas moléculas mensajeras llamadas citocinas. 4
La ingesta dietética de zinc es, por tanto, necesaria para mantener un sistema inmunitario normal. De entre las distintas formas de zinc, el bisglicinato de zinc aporta una mayor biodisponibilidad frente a otras formas de sales de zinc (gluconato, citrato u óxido). 5,6
Vitamina D3
La vitamina D se conoce sobre todo por su función en el metabolismo del calcio y la salud ósea. No obstante, la vitamina D también es indispensable para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario. 7
La vitamina D se sintetiza en la piel a partir de los rayos ultravioleta del sol. Sin embargo, según la European Calcified Tissue Society, entre el 20 % y el 60 % de la población europea presenta un déficit de vitamina D (25-hidroxivitamina D sérica <50 nmol/L). Se estima incluso que la prevalencia de la deficiencia grave de vitamina D (25-hidroxivitamina D sérica <30 nmol/L) en la población europea supera el 10 %. 8
Por consiguiente, un suplemento de vitamina D es una solución contra una posible deficiencia.
No se debe descuidar la elección del tipo de vitamina D, y al parecer la vitamina D3 es preferible a la vitamina D2. La vitamina D3 es más eficaz para aumentar los niveles sanguíneos de 25- hidroxivitamina D, la forma biológica activa de la vitamina D. Por este motivo, hemos optado por incluir la vitamina D3 en nuestra fórmula. 9
Vitaminas B6, B9, B12, C y betacaroteno
Estas vitaminas contribuyen al funcionamiento correcto del sistema inmunitario. 10
El betacaroteno (provitamina A) es un carotenoide que se convierte en retinol (la forma biológica activa de la vitamina A). El suplemento con betacaroteno es más recomendable que el retinol, ya que el organismo convierte el betacaroteno en retinol según sus necesidades. Así se evita la ingesta excesiva de retinol. 11
Seleccionamos formas de alta biodisponibilidad para que el mayor número posible de personas pueda beneficiarse de ellas. Es más, nuestra forma de vitamina B9, el metilfolato, ofrece una mejor biodisponibilidad intestinal que el ácido fólico.
Además, nuestras formas de vitaminas B9 y B12 se absorben y asimilan mejor en algunas personas cuya genética influye en su capacidad para asimilarlas correctamente. 12, 16
Así, estas personas pueden beneficiarse de las ventajas de estas vitaminas.
Bibliografía
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